En una de las calles más elegantes del Barrio de Salamanca, El Paraguas se alza como un santuario culinario donde la riqueza gastronómica del norte de España se expresa con nobleza y carácter. Su fachada discreta esconde un universo sensorial donde cada detalle ha sido concebido para rendir tributo a la memoria gustativa de Asturias y Galicia, reinterpretada con el rigor y la sofisticación de la alta cocina contemporánea. En este espacio, el comensal no solo degusta, sino que se sumerge en una experiencia que trasciende el plato y se convierte en un viaje emocional hacia la costa cantábrica.
Cocina con raíz atlántica y espíritu refinado
La propuesta culinaria de El Paraguas nace del respeto absoluto por el origen. La carta, en constante evolución, se articula en torno a productos traídos directamente de las lonjas más reputadas del norte, y de huertas seleccionadas donde se cultiva con mimo y sin prisas. Las preparaciones honran recetas tradicionales —muchas de ellas rescatadas de la memoria familiar—, pero son tratadas con una técnica impecable que equilibra intensidad y delicadeza. Mariscos al natural, verduras salteadas con precisión, carnes cocinadas a baja temperatura, fondos concentrados y emplatados sobrios se conjugan para dar forma a una cocina sin artificios, donde el sabor siempre tiene la última palabra.
Una carta que celebra la excelencia del producto
En El Paraguas, cada plato es un manifiesto de identidad. Desde el primer bocado —ya sea una ostra, una ensalada de bogavante o un tartar minuciosamente cortado—, el cliente percibe la nitidez del producto bien tratado. Las elaboraciones calientes avanzan con elegancia: colmenillas, carabineros, pastas frescas rellenas o legumbres guisadas con fondos ricos en matices. El pescado es protagonista indiscutible, con propuestas como el pixín, la merluza al horno o los arroces cremosos con fondo de marisco, mientras que las carnes se presentan jugosas, coronadas con toques de trufa o purés sedosos. Todo encuentra su armonía en una carta de vinos de gran profundidad, donde se mezclan grandes etiquetas con hallazgos de pequeñas bodegas.
Espacios diseñados para el sosiego y la conversación
La atmósfera de El Paraguas está pensada para que el tiempo adquiera otra cadencia. Maderas nobles, tonalidades sobrias, cerámicas esmaltadas y luces tenues crean un ambiente elegante y acogedor. La distribución de las mesas favorece la privacidad sin caer en el aislamiento, y cada rincón invita a la conversación pausada. La sala fluye con naturalidad, desde la zona de barra donde se puede observar parte del trabajo del equipo, hasta los reservados que ofrecen una experiencia más íntima. Nada es ostentoso, pero todo destila una quieta sofisticación, propia de quienes conocen y valoran la belleza de lo bien hecho.
Una localización con historia y estilo
Situado en la Calle de Jorge Juan, en una de las arterias más refinadas del Barrio de Salamanca, El Paraguas goza de una ubicación privilegiada. Rodeado de boutiques, galerías de arte y edificios señoriales, es una elección perfecta para quienes desean combinar gastronomía y cultura en una misma jornada. Su proximidad a la estación de metro Serrano y la disponibilidad de aparcamientos cercanos hacen que el acceso sea cómodo tanto para locales como para visitantes que llegan a la capital en busca de experiencias memorables.
¿Por qué elegir El Paraguas en Madrid?
Elegir El Paraguas es abrir la puerta a una cocina que honra las raíces sin renunciar a la excelencia técnica. Es elegir un lugar donde cada producto ha sido escogido por su calidad y tratado con el respeto que merece. Es apostar por una experiencia que aúna la riqueza del recetario del norte de España con el refinamiento de una sala donde se cuida hasta el último gesto. Aquí, la gastronomía se convierte en relato y el servicio en complicidad, logrando que cada visita deje una huella. En una ciudad que celebra lo diverso, El Paraguas se distingue por su coherencia, su autenticidad y su profundo amor por la cocina bien hecha.